Mientras aguarda los resultados de la autopsia y los informes de la Policía, interrogará a las maestras de la Escuela Nº 2 a efectos de establecer si Fernando Sierra, DT del equipo de baby fútbol donde jugaba el niño, tenía permiso para retirarlo del centro de estudios.
El homicidio ocurrió entre las últimas horas de la noche del jueves y la madrugada del viernes, de acuerdo a los peritajes. Por ello, se estima que el homicidio del niño fue premeditado y resuelto por el asesino apenas éste se enteró por boca de la madre que no podía tener más contacto con el niño.
El resultado de la autopsia, a cargo del médico forense Sergio Mozzo, señala que se encontró en el cuerpo del menor pastillas tranquilizantes, indicaron fuentes judiciales. Se trata de un estimulante suave que se adquiere sin receta médica.
Mozzo confirmó que el resultado de la autopsia, además, reveló que el niño había sido abusado sexualmente por el entrenador.
La Policía encontró en el lugar tres paquetes de pastillas, de los cuales dos estaban llenos. A uno de los blísters, hallado dentro de un bolsillo del niño, le faltaban siete comprimidos. Sierra tenía los otros dos paquetes. El hecho sugiere que el niño había sido sedado antes de morir. Se enviaron muestras al Instituto Técnico Forense (ITF) de Montevideo para que comprobara ese extremo.
El informe de Mozzo enviado a la Justicia señala que no había signos de lucha o de violencia antes de la muerte del niño. Se presume que un pequeño hematoma en la cabeza de Felipe fue provocado por el golpe del arma al dispararse, según las fuentes.
Sierra era empleado de una chacra de Maldonado, propiedad de un millonario argentino y oficiaba como entrenador del Baby Fútbol de Defensor de Maldonado, en cuyo plantel no estaba el pequeño asesinado.